Transcripción realizada por inteligencia artificial.
Sergio Galindo habla sobre lo que se ha dicho de la obra más exitosa del teatro Sonorense.
Casi 30 años de Güevos Rancheros. Muchos se ha escrito sobre Güevos Rancheros. Recuerdo particularmente una columna en La Jornada de nuestro querido amigo, que en paz descanse, Avilés, Jaime Avilés. Él entonces se refería a Güevos Rancheros como una comedia que describía de manera muy puntual las injusticias y las carencias del campo mexicano, cuando Mundo hace su monólogo final de los quesos. Luego recuerdo también otra columna de Víctor Hugo Rascón Banda, también, que en paz descanse, el dramaturgo y querido Víctor Hugo. Él dijo, cuando la vió aquí en el Monte Grande (Restaurant): Güevos Rancheros, es una estupenda puesta en escena y un teatro en vías de convertirse en teatro político. No fue así, porque no fue la intención jamás. Pero en fin, me refiero a estos dos importantes gentes de teatro en México.
Y un tercero. El maestro José Ramón Enríquez, que dijo: Güevos Rancheros es un homenaje a la mujer, a la sufrida madre mexicana. Y esto es digno de resaltarse, porque siempre en el papel escrito para Doña Jesucita fue la intención resaltar esa energía, ese entusiasmo, esa fortaleza que yo vi en una tía mía, en una anciana tía mía, que viene a ser la Jesucita y siempre pensé que con esto la homenajeaba y por eso el maestro José Ramón Enríquez dio en el clavo.
Treinta años, casi treinta años, este 2025 de Güevos Rancheros. Usted, ¿usted por qué cree que Huevos Rancheros esté a punto de cumplir estos treinta años? Algo que nos tiene sorprendidos, orgullosos y bueno, ahora mismo estamos a punto de iniciar una más de las funciones aquí en el patio central, ahora en el fresco patio central de El Mentidero.
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